Colombia cuenta con un grupo de políticos que han venido ocupando la atención de los medios de comunicación, como protagonistas de la vida política nacional, durante los últimos tres lustros; estos personajes muy influyentes se vienen moviendo en el poder giratorio de la burocracia, y en los más altos cargos del Estado, desde donde toman decisiones que le han causado un gran daño al patrimonio y al capital moral de los colombianos. No obstante, son inmunes frente a la justicia, a los órganos de control y siguen ejerciendo su poder con soberbia ante la opinión pública.
El primero de estos personajes es: Mauricio Cárdenas Santamaría , Ministro de Hacienda del gobierno Santos, su nombre estuvo vinculado al escándalo de DRAGACOL en el mes de octubre del año 2000, fue imputado por la Fiscalía por peculado culposo y denunciado en el Congreso de la Republica por el entonces senador Javier Cáceres quien entregó las pruebas sobre la responsabilidad del entonces Ministro de Transporte Cárdenas Santamaría en la firma de la conciliación que terminó con un detrimento al patrimonio público hace 16 años de 26 mil millones y para colmo de “buena suerte”, pese a que fue declarado responsable en forma solidaría, mediante la Sentencia del Consejo de Estado, Sección Cuarta, AP-300, del 31 de mayo de 2002, y a que, como lo enseña el Profesor Marco Gerardo Morroy Cabra, la retroactividad en derecho aplica en algunos casos, puesto que: “frente al poder constituyente no existe la irretroactivad”, para él no operó, siendo finalmente el chivo expiatorio su Viceministro Juan Alberto Páez quien fue condenado por una “actitud pasiva y omisiva” , misma conducta en que incurrió el Ministro Cárdenas quien firmó la conciliación. Este mismo personaje , será ingratamente recordado por la venta de ISAGÉN al inversionista BROOKFIELD, un negocio leonino para el Estado Colombiano en donde el único responsable es él en su condición de Ministro de Hacienda , por impulsar el mayor descalabro para las finanzas públicas en cerca de 4 billones de pesos; para cerrar esta brecha de mega negocios, el Ministro Cárdenas Santamaría durante el último lustro ha sido miembro de la junta directiva de ECOPETROL en donde es protagonista de primera línea en las decisiones que tienen que ver con el incremento por sobre costos y corrupción -superior a los 4 mil millones de dólares- en REFICAR . Sus pretensiones de llegar a la presidencia de la república por el partido conservador le han tendido un manto de intocable, que es el ropaje con el que cubre su poder para volverse inmune a la justicia.
Lo mismo ocurre con otro intocable: German Vargas Lleras, cuyo nombre genera temor a quienes se le enfrentan por sus fuertes tentáculos en la Fiscalía, en la justicia y en los medios de comunicación. Rafael García y Carlos López Chaparro, lo acusaron de haber tenido vínculos con las autodefensas campesinas de Casanare, comandadas por “Martin llanos”, cuando fue Senador en los años 2001 y 2002. Carlos López Chaparro terminó procesado por falso testigo y exiliado en Panamá, de la acusación de García -recordado por prender el ventilador del DAS- no se volvió a saber nada. Vargas Lleras aplica el dicho de Napoleón: “que la mejor defensa es un buen ataque”, eso produce intimidación a los adversarios de cualquier naturaleza. De otra parte, hubo denuncias sobre el vínculo de Vargas Lleras con Los NULE, socios de Alberto Ríos – padre del ex -concejal por Bogotá Felipe Ríos de Cambio Radical – amigo íntimo de Vargas Lleras por su presencia en varias reuniones en un club social en Ibagué. Se suma el hecho de que su hermano, el abogado Enrique Vargas Lleras, forma parte de la junta directiva de la Empresa Energética del Tolima – ENERTOLIMA- de la cual eran socios los hermanos Nule y Alberto Ríos. Vargas Lleras tiene fama de ser un Robespierre criollo.
Los hermanos Ángela María y Armando Alberto Benedetti, en esta línea de intocables, ocupan un lugar destacado. Ángela María en audiencia pública reconoció su intervención para hacerle el favor a su amigo de infancia Guido Nule de presentarle al ex Contralor Moralesrussi, lo cual cumplió preparando un desayuno en su apartamento; para sacarla del tráfico de influencias, en un acuerdo político, presentó su renuncia al Concejo de Bogotá, la nombraron embajadora en Panamá; mientras tanto MoralesRussi enfrenta la justicia -lleva cinco años, con detención intramuros preventiva, defendiéndose en juicio. Armando Alberto, su hermano Senador, fue denunciado por la ex -parlamentaria Rocío Arias de participar en reuniones en tierra Alta – Córdoba – con paramilitares en el año 2002, aún no pasa nada.
Otro caso emblemático es el del exalcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, hay repetidas denuncias de miembros confesos del carrusel de la contratación, de que durante su administración fue que la corrupción se enquistó y abrió las puertas a los contratistas condenados hoy, incluso se llegó a decir, en el año 2011, que: “Fiscalía General de la Nación recopiló más de 20 pruebas en el caso del exalcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón en torno a la investigación que se adelanta por ese escándalo de corrupción” A la fecha la Fiscalía no se ha pronunciado.
Respecto de Iván Cepeda, Senador del Polo Democrático, quien ha sido denunciado de ser del brazo político de las FARC, así como de la compra de algunos testigos, tampoco hemos conocido resultado.
De contera, el caso de Natalia Springer “Tocarruncho” debe tallarse en bronce para identificar a los intocables, a los que tienen poder en la Fiscalía, en los órganos de control y en el Estado para inmunizarse contra la acción de la justicia.
Esto es apenas un introito de un capitulo muy grande, que ojalá alguien tenga el valor de escribir; porque ¿la verdad? ¡Dan miedo estos intocables!